Las nubes lenticulares son un fenómeno meteorológico que puede llegar a ser bastante espectacular. Además de conferirles una gran belleza, su aspecto en forma de disco más o menos abombado hace las delicias de avistadores de ovnis con poco o ningún interés en aprender algo sobre meteorología antes de anunciar a bombo y platillo una invasión extraterrestre. Aunque en determinadas condiciones las nubes lenticulares pueden formarse en lugares llanos, lo más común es que lo hagan cerca de zonas montañosas. Lo primero que hace falta es una masa de aire desplazándose hacia una montaña a una velocidad de unos 30 km/h (un viento razonablemente fuerte) y lo segundo es una inversión térmica que llegue hasta los cuatro o seis kilómetros de altura y que comience cerca de la cima. En una inversión térmica la atmósfera presenta una capa de aire con temperatura superior a la capa que se encuentra justo debajo de ella. Esta situación no es la habitual, pues la temperatura del aire disminuye con ...