V Congreso Solvay de Fisica.
Bruselas, 1927.
¿Cuánto tiempo deberá de esperar la Humanidad para volver a contemplar tantas grandes mentes de la física reunidas en un único lugar?
Entre los méritos acumulados por todos esos científicos podemos encontrar numerosas muestras de genialidad. Por ejemplo, el suizo Auguste Piccard ascendió hasta la estratosfera a bordo de un globo y más adelante exploró las profundidades marinas con un batiscafo. El alemán Max Planck fue uno de los fundadores de la teoría cuántica, siendo suyas la ley de Planck y la constante de Planck. La polaca nacionalizada francesa Marie Curie, Nobel en física y química, una de las mujeres científicas más famosas de todos los tiempos, estudió la radiactividad y descubrió el radio y el polonio. Por su parte, Hendrik Lorentz trabajó en la radiación electromagnética y ayudó a poner las bases de la teoría de la relatividad. El británico Paul Dirac fue uno de los impulsores de la mecánica cuántica, siendo el descubridor de la ecuación de Dirac, que describe al electrón. Naturalmente, Albert Einstein fue el científico más popular de la historia, desarrollando las icónicas teorías de la relatividad (especial y general), y trabajando hacia la unificación de las fuerzas gravitatoria y electromagnética en una sola teoría. El austríaco Erwin Schrödinger fue otro puntal de la mecánica cuántica e hizo importantes contribuciones a la termodinámica, recordándose su conocida ecuación de Schrödinger y su famosísimo experimento del gato. El estadounidense Arthur Compton descubrió el efecto que lleva su nombre y trabajó en el desarrollo de la energía nuclear. No menos importante fue el francés Louis-Victor de Broglie, que propuso la dualidad onda corpúsculo e hizo avanzar la mecánica cuántica. En este mismo campo, Wolfgang Pauli ideó el principio de exclusión, situando a los electrones del átomo en posiciones con energías siempre distintas. El alemán Werner Heisenberg postuló el ya mencionado principio de incertidumbre, que se convirtió en crucial para desarrollar la teoría cuántica. Igualmente trascendental fue la aportación de Charles Wilson, quien inventó la cámara de niebla, que permitió visualizar el movimiento de las partículas ionizadas y la radiación. Por último, mencionemos a Niels Bohr, quien efectuó grandes avances en el conocimiento de la estructura del átomo y en la propia mecánica cuántica.
Bruselas, 1927.
¿Cuánto tiempo deberá de esperar la Humanidad para volver a contemplar tantas grandes mentes de la física reunidas en un único lugar?
Entre los méritos acumulados por todos esos científicos podemos encontrar numerosas muestras de genialidad. Por ejemplo, el suizo Auguste Piccard ascendió hasta la estratosfera a bordo de un globo y más adelante exploró las profundidades marinas con un batiscafo. El alemán Max Planck fue uno de los fundadores de la teoría cuántica, siendo suyas la ley de Planck y la constante de Planck. La polaca nacionalizada francesa Marie Curie, Nobel en física y química, una de las mujeres científicas más famosas de todos los tiempos, estudió la radiactividad y descubrió el radio y el polonio. Por su parte, Hendrik Lorentz trabajó en la radiación electromagnética y ayudó a poner las bases de la teoría de la relatividad. El británico Paul Dirac fue uno de los impulsores de la mecánica cuántica, siendo el descubridor de la ecuación de Dirac, que describe al electrón. Naturalmente, Albert Einstein fue el científico más popular de la historia, desarrollando las icónicas teorías de la relatividad (especial y general), y trabajando hacia la unificación de las fuerzas gravitatoria y electromagnética en una sola teoría. El austríaco Erwin Schrödinger fue otro puntal de la mecánica cuántica e hizo importantes contribuciones a la termodinámica, recordándose su conocida ecuación de Schrödinger y su famosísimo experimento del gato. El estadounidense Arthur Compton descubrió el efecto que lleva su nombre y trabajó en el desarrollo de la energía nuclear. No menos importante fue el francés Louis-Victor de Broglie, que propuso la dualidad onda corpúsculo e hizo avanzar la mecánica cuántica. En este mismo campo, Wolfgang Pauli ideó el principio de exclusión, situando a los electrones del átomo en posiciones con energías siempre distintas. El alemán Werner Heisenberg postuló el ya mencionado principio de incertidumbre, que se convirtió en crucial para desarrollar la teoría cuántica. Igualmente trascendental fue la aportación de Charles Wilson, quien inventó la cámara de niebla, que permitió visualizar el movimiento de las partículas ionizadas y la radiación. Por último, mencionemos a Niels Bohr, quien efectuó grandes avances en el conocimiento de la estructura del átomo y en la propia mecánica cuántica.
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